Saludable para quienes buscan cuidar su dieta.
Ingredientes:
- 500 gramos de harina para pizza.
- Agua.
- Sal.
- Rúcula.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Jamón ibérico.
- Queso
- Tomate triturado.
- Especias.
Lo primero que debes hacer es juntar los 500 gramos de harina para pizza con el agua indicada por el fabricante del producto que has adquirido, ya que puede variar según la marca. Añade sal y un chorrito de aceite de oliva, y amasa durante 10 minutos hasta obtener una textura elástica pero no pegajosa. Deja reposar en un bol tapado con un paño durante al menos media hora.
Una vez pasado este tiempo, estira la masa con un rodillo hasta obtener el grosor más fino posible; cuanto más fina quede, mejor y más crujiente será el resultado.
Luego, añade los ingredientes por partes. El primero es el tomate triturado, asegurándote de no usar tomate frito, ya que este contiene azúcares que afectan la calidad.
A continuación, coloca la mozzarella en lonchas o rallada. También puedes comprar una bola de mozzarella y desmenuzarla para mejorar aún más el sabor.
Por último, añade el jamón. Introduce la pizza en el horno precalentado a 180 grados con calor por arriba y por abajo. Espera 10 minutos y elige entre añadir la rúcula en este momento o esperar hasta el final del horneado para incorporarla.
Si optas por la segunda opción, deja cocinar la pizza durante 5 minutos más antes de sacarla. No te olvides de echarle orégano antes de consumirla.